El aceite de ballena: un recurso que dejó huella
El aceite de ballena fue oro líquido. Desde el siglo XVI hasta el XX, este producto de cachalotes y ballenas barbadas lo cambió todo.
La gente lo usaba para alumbrar sus casas. Ardía lento y brillante. Perfecto para farolas y faros antes del queroseno.
En el XVII, se hizo jabón con él. Graso y eficaz. Un éxito de exportación.
La Revolución Industrial disparó su demanda. El aceite de esperma era codiciado. Lubricaba máquinas a tope. Fábricas textiles y de cuero lo adoraban.
El siglo XX trajo nuevos usos. Margarina, jabones, explosivos... Incluso
El aceite de ballena fue oro líquido. Desde el siglo XVI hasta el XX, este producto de cachalotes y ballenas barbadas lo cambió todo.
La gente lo usaba para alumbrar sus casas. Ardía lento y brillante. Perfecto para farolas y faros antes del queroseno.
En el XVII, se hizo jabón con él. Graso y eficaz. Un éxito de exportación.
La Revolución Industrial disparó su demanda. El aceite de esperma era codiciado. Lubricaba máquinas a tope. Fábricas textiles y de cuero lo adoraban.
El siglo XX trajo nuevos usos. Margarina, jabones, explosivos... Incluso

