Peter Schiff ha encontrado un nuevo ángulo desde el cual desestimar Bitcoin y, fiel a su estilo, no son las computadoras cuánticas de ciencia ficción ni el brazo burocrático de los reguladores a los que se refiere, sino algo mucho menos exótico y mucho más brutal en su simplicidad: la gente simplemente dejará de creer.
En opinión de Schiff, Bitcoin no será “asesinado” por algún shock externo; simplemente se desvanecerá en el olvido una vez que se agote el flujo de nueva convicción, como una fiesta que termina no porque se apagan las luces, sino porque todos simplemente dejan de asistir.
Su publicación más reciente reduce todo el mercado de criptomonedas de un billón de dólares a un volante psicológico: más creyentes significa más compradores, lo que significa un precio más alto de BTC, lo que genera más creyentes nuevamente.
Este ciclo se romperá, según Schiff, cuando el precio de Bitcoin ya no suba lo suficientemente rápido para reclutar nuevos adeptos, y es entonces cuando se forman las grietas, ya que los primeros poseedores reconsideran y los recién llegados entran en pánico, hasta que toda la estructura colapse bajo su propia falta de fe.
No “Q-Day” para Bitcoin
Es un contador poco ordinario a la narrativa de “amenaza cuántica” de moda que aparece cada pocos meses, la idea de que la computación avanzada algún día romperá la criptografía de Bitcoin.
Pero Peter Schiff no está interesado en esperar ese apocalipsis. Para él, el apocalipsis ya está incorporado en el ADN de Bitcoin: un motor de demanda autorreferencial que colapsa tan pronto como la audiencia se aburre.
Y mientras líderes cripto como Charles Hoskinson de Cardano se apresuran a recordarles a todos que Schiff ha estado equivocado desde que Bitcoin costaba $100, su argumento resuena de manera extraña porque, si Bitcoin realmente es creencia apilada sobre creencia, entonces la única cobertura contra la profecía de Schiff es el obstinado hecho de que las personas, hasta ahora, siguen eligiendo creer.
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Olvídate de la Amenaza Cuántica, Peter Schiff Explica Cómo Bitcoin Realmente Morirá - U.Today
Peter Schiff ha encontrado un nuevo ángulo desde el cual desestimar Bitcoin y, fiel a su estilo, no son las computadoras cuánticas de ciencia ficción ni el brazo burocrático de los reguladores a los que se refiere, sino algo mucho menos exótico y mucho más brutal en su simplicidad: la gente simplemente dejará de creer.
En opinión de Schiff, Bitcoin no será “asesinado” por algún shock externo; simplemente se desvanecerá en el olvido una vez que se agote el flujo de nueva convicción, como una fiesta que termina no porque se apagan las luces, sino porque todos simplemente dejan de asistir.
Su publicación más reciente reduce todo el mercado de criptomonedas de un billón de dólares a un volante psicológico: más creyentes significa más compradores, lo que significa un precio más alto de BTC, lo que genera más creyentes nuevamente.
Este ciclo se romperá, según Schiff, cuando el precio de Bitcoin ya no suba lo suficientemente rápido para reclutar nuevos adeptos, y es entonces cuando se forman las grietas, ya que los primeros poseedores reconsideran y los recién llegados entran en pánico, hasta que toda la estructura colapse bajo su propia falta de fe.
No “Q-Day” para Bitcoin
Es un contador poco ordinario a la narrativa de “amenaza cuántica” de moda que aparece cada pocos meses, la idea de que la computación avanzada algún día romperá la criptografía de Bitcoin.
Pero Peter Schiff no está interesado en esperar ese apocalipsis. Para él, el apocalipsis ya está incorporado en el ADN de Bitcoin: un motor de demanda autorreferencial que colapsa tan pronto como la audiencia se aburre.
Y mientras líderes cripto como Charles Hoskinson de Cardano se apresuran a recordarles a todos que Schiff ha estado equivocado desde que Bitcoin costaba $100, su argumento resuena de manera extraña porque, si Bitcoin realmente es creencia apilada sobre creencia, entonces la única cobertura contra la profecía de Schiff es el obstinado hecho de que las personas, hasta ahora, siguen eligiendo creer.