En la madrugada del 13 de marzo de 2023, un hacker logró sustraer casi 200 millones de dólares en criptoactivos de Gate Finance, una reconocida plataforma de préstamos, en lo que se consideró el mayor ciberataque del año. Sorprendentemente, tres semanas después, el responsable revirtió la operación, restituyendo la totalidad de los fondos sustraídos.
Recientemente, el protagonista de este incidente ha decidido compartir su versión de los hechos, asegurando que nunca tuvo la intención de apropiarse del dinero.
Gate se comunicó con el individuo que afirma ser el autor del hackeo, un joven argentino identificado como Federico Jaime. Su testimonio está respaldado por evidencias significativas. A continuación, presentamos su relato.
En una fría noche romana de marzo, cerca de las 3 de la madrugada, Federico se encontraba en las afueras de un bar, aguardando a sus amigos y en un diálogo interno con Dios. Este joven argentino de 19 años llevaba un mes en busca de algo que aún no había encontrado, y se cuestionaba el porqué.
"Dios, si todos mis proyectos se concretan en un mes, ¿por qué este no?", reflexionaba mirando hacia el firmamento. "¿Por qué me escuchabas antes y ahora no?" Aún faltaban varias horas para su regreso al hotel.
Al llegar finalmente a su alojamiento, el insomnio, como era habitual, lo acechaba. Decidió entonces ponerse manos a la obra.
Las plegarias de Federico parecieron ser atendidas casi instantáneamente, quizás de manera premonitoria. Descubrió aquello que tanto buscaba: una vulnerabilidad en el código de un protocolo de préstamos de criptomonedas. Sin demora, procedió a explotar su hallazgo.
"Cuando me sumerjo en el trabajo, lo hago como un artista, como un escritor", explicó posteriormente Federico por teléfono en inglés, su segunda lengua. "La falta de sueño es propicia para despertar a la musa."
Federico no logró conciliar el sueño durante los dos días siguientes. Cuando finalmente despertó en una cama de hospital italiano, su patrimonio había aumentado en 200 millones de dólares, pero sentía como si cargara una maldición sobre sus hombros.
[...]
Federico, quien aún se encuentra en territorio europeo, describe su situación personal como "complicada", aunque espera regresar pronto a Buenos Aires para retomar sus estudios. "Desde el incidente con Gate, mi vida ha dado un giro y eso me ha generado estrés".
Cuando se le preguntó a Federico si consideraba que Dios, aparentemente en respuesta a sus súplicas, le estaba impartiendo una lección, respondió: "Creo que o está jugando conmigo o poniéndome a prueba".
Federico aún no ha llegado a una conclusión definitiva sobre esta experiencia.
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En la madrugada del 13 de marzo de 2023, un hacker logró sustraer casi 200 millones de dólares en criptoactivos de Gate Finance, una reconocida plataforma de préstamos, en lo que se consideró el mayor ciberataque del año. Sorprendentemente, tres semanas después, el responsable revirtió la operación, restituyendo la totalidad de los fondos sustraídos.
Recientemente, el protagonista de este incidente ha decidido compartir su versión de los hechos, asegurando que nunca tuvo la intención de apropiarse del dinero.
Gate se comunicó con el individuo que afirma ser el autor del hackeo, un joven argentino identificado como Federico Jaime. Su testimonio está respaldado por evidencias significativas. A continuación, presentamos su relato.
En una fría noche romana de marzo, cerca de las 3 de la madrugada, Federico se encontraba en las afueras de un bar, aguardando a sus amigos y en un diálogo interno con Dios. Este joven argentino de 19 años llevaba un mes en busca de algo que aún no había encontrado, y se cuestionaba el porqué.
"Dios, si todos mis proyectos se concretan en un mes, ¿por qué este no?", reflexionaba mirando hacia el firmamento. "¿Por qué me escuchabas antes y ahora no?" Aún faltaban varias horas para su regreso al hotel.
Al llegar finalmente a su alojamiento, el insomnio, como era habitual, lo acechaba. Decidió entonces ponerse manos a la obra.
Las plegarias de Federico parecieron ser atendidas casi instantáneamente, quizás de manera premonitoria. Descubrió aquello que tanto buscaba: una vulnerabilidad en el código de un protocolo de préstamos de criptomonedas. Sin demora, procedió a explotar su hallazgo.
"Cuando me sumerjo en el trabajo, lo hago como un artista, como un escritor", explicó posteriormente Federico por teléfono en inglés, su segunda lengua. "La falta de sueño es propicia para despertar a la musa."
Federico no logró conciliar el sueño durante los dos días siguientes. Cuando finalmente despertó en una cama de hospital italiano, su patrimonio había aumentado en 200 millones de dólares, pero sentía como si cargara una maldición sobre sus hombros.
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Federico, quien aún se encuentra en territorio europeo, describe su situación personal como "complicada", aunque espera regresar pronto a Buenos Aires para retomar sus estudios. "Desde el incidente con Gate, mi vida ha dado un giro y eso me ha generado estrés".
Cuando se le preguntó a Federico si consideraba que Dios, aparentemente en respuesta a sus súplicas, le estaba impartiendo una lección, respondió: "Creo que o está jugando conmigo o poniéndome a prueba".
Federico aún no ha llegado a una conclusión definitiva sobre esta experiencia.