En esta era de cambios vertiginosos, estamos siendo testigos de una tendencia que invita a la reflexión: el sistema monetario global está evolucionando silenciosamente, formando dos mecanismos de confianza completamente diferentes pero igualmente importantes. Por un lado está el antiguo y sólido oro, y por otro lado, el emergente activo digital Bitcoin. Estos dos activos que parecen no tener relación alguna, se están convirtiendo gradualmente en los dos pilares que las personas buscan para encontrar seguridad en tiempos de turbulencia.
Al observar el panorama global, podemos ver que los países están haciendo disposiciones estratégicas para esta tendencia. China está aumentando constantemente sus reservas de oro, no solo para diversificar el riesgo, sino que parece que se está preparando para una posible reestructuración del orden monetario en el futuro. El oro, como un medio de almacenamiento de valor que trasciende las fronteras, no depende del respaldo crediticio de ningún país en particular, y refleja el entendimiento común de la humanidad sobre el valor a lo largo de miles de años.
Al mismo tiempo, Estados Unidos está acelerando el proceso de institucionalización de las criptomonedas. Desde la mejora del marco regulatorio hasta la promoción de la participación institucional, los gigantes financieros están estableciendo sus posiciones en este nuevo campo, mostrando confianza en el futuro del activo digital.
Cuando una gran potencia se concentra en acumular activos físicos, otra gran potencia se dedica a construir infraestructura financiera digital, no podemos evitar preguntarnos: ¿está el sistema financiero global centrado en el dólar enfrentando un desafío? El dólar, que durante mucho tiempo ha sido la piedra angular del crédito global, ahora enfrenta la presión de una alta deuda y una emisión monetaria excesiva, y su base de crédito parece estar siendo debilitada gradualmente.
Parecemos estar en un punto de inflexión en la historia, siendo testigos de una importante transformación de la confianza nacional hacia la confianza en el consenso, de un mecanismo tradicional de emisión de moneda hacia un sistema monetario impulsado por la potencia de cálculo y el tiempo. En esta transformación silenciosa y profunda, aquellos proyectos que no buscan la ostentación pero se centran en construir la infraestructura de la industria son a menudo los que mejor resisten la prueba del tiempo.
Independientemente de cómo evolucione el sistema monetario en el futuro, mantener una actitud abierta y prudente, y prestar atención a los cambios en el panorama financiero global, es una conciencia que todos deberían tener. En esta época llena de incertidumbre, una estrategia de asignación de activos diversificada podría convertirse en un medio eficaz para enfrentar los riesgos.
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SoliditySlayer
· hace17h
Ya soy un tonto del mundo Cripto.
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NotFinancialAdvice
· hace17h
Acumula un poco de oro para protegerte primero.
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FlashLoanLarry
· hace17h
ngmi si no estás operando al menos 50bps arb en la base de oro/btc rn... solo digo
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ruggedNotShrugged
· hace17h
La Gotham City de la futura liquidez
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LootboxPhobia
· hace18h
La verdad, poner dinero en el banco no es tan bueno como comprar oro
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BloodInStreets
· hace18h
La subida y caída de la sangre y el oro es la lógica inmutable a lo largo de los tiempos.
En esta era de cambios vertiginosos, estamos siendo testigos de una tendencia que invita a la reflexión: el sistema monetario global está evolucionando silenciosamente, formando dos mecanismos de confianza completamente diferentes pero igualmente importantes. Por un lado está el antiguo y sólido oro, y por otro lado, el emergente activo digital Bitcoin. Estos dos activos que parecen no tener relación alguna, se están convirtiendo gradualmente en los dos pilares que las personas buscan para encontrar seguridad en tiempos de turbulencia.
Al observar el panorama global, podemos ver que los países están haciendo disposiciones estratégicas para esta tendencia. China está aumentando constantemente sus reservas de oro, no solo para diversificar el riesgo, sino que parece que se está preparando para una posible reestructuración del orden monetario en el futuro. El oro, como un medio de almacenamiento de valor que trasciende las fronteras, no depende del respaldo crediticio de ningún país en particular, y refleja el entendimiento común de la humanidad sobre el valor a lo largo de miles de años.
Al mismo tiempo, Estados Unidos está acelerando el proceso de institucionalización de las criptomonedas. Desde la mejora del marco regulatorio hasta la promoción de la participación institucional, los gigantes financieros están estableciendo sus posiciones en este nuevo campo, mostrando confianza en el futuro del activo digital.
Cuando una gran potencia se concentra en acumular activos físicos, otra gran potencia se dedica a construir infraestructura financiera digital, no podemos evitar preguntarnos: ¿está el sistema financiero global centrado en el dólar enfrentando un desafío? El dólar, que durante mucho tiempo ha sido la piedra angular del crédito global, ahora enfrenta la presión de una alta deuda y una emisión monetaria excesiva, y su base de crédito parece estar siendo debilitada gradualmente.
Parecemos estar en un punto de inflexión en la historia, siendo testigos de una importante transformación de la confianza nacional hacia la confianza en el consenso, de un mecanismo tradicional de emisión de moneda hacia un sistema monetario impulsado por la potencia de cálculo y el tiempo. En esta transformación silenciosa y profunda, aquellos proyectos que no buscan la ostentación pero se centran en construir la infraestructura de la industria son a menudo los que mejor resisten la prueba del tiempo.
Independientemente de cómo evolucione el sistema monetario en el futuro, mantener una actitud abierta y prudente, y prestar atención a los cambios en el panorama financiero global, es una conciencia que todos deberían tener. En esta época llena de incertidumbre, una estrategia de asignación de activos diversificada podría convertirse en un medio eficaz para enfrentar los riesgos.