En 2025, las decisiones de la Reserva Federal se consolidaron como el principal motor de la volatilidad en el mercado de criptomonedas. Las sutilezas en la comunicación de la Fed, especialmente en sus directrices a futuro y en los comunicados del FOMC, incidieron directamente sobre los precios de Bitcoin y las altcoins. Un ejemplo claro fue la bajada de tipos de septiembre de 2025, que desencadenó importantes movimientos en los mercados. El historial muestra que una política monetaria más expansiva suele incentivar el apetito por el riesgo, con los inversores reasignando capital a activos de mayor rentabilidad como las criptomonedas.
El efecto de las decisiones de la Fed varió según el tipo de activo, como refleja la siguiente tabla:
| Activo | Impacto del giro en la política de la Fed |
|---|---|
| Dólar estadounidense | Impacto directo |
| Oro | Doble ventaja |
| Criptomonedas | Presa de una pugna |
| Acciones estadounidenses | Presa de una pugna |
Los inversores institucionales han comenzado a tratar el cripto como una clase de activo sensible al ciclo macroeconómico, incorporando las señales de la Fed junto con los indicadores tradicionales. Esta transformación se plasmó en los enormes flujos de entrada hacia los ETF de Bitcoin: los datos de octubre de 2025 muestran más de 46 600 millones de dólares en entradas netas en el año. Solo el IBIT de BlackRock gestionaba 51 000 millones de dólares en activos bajo gestión, un dato que evidencia el creciente interés institucional en las criptomonedas como respuesta directa a la política de la Fed.
El efecto de una inflación del 3,1 % sobre la valoración de los activos digitales es considerable, ya que condiciona el comportamiento inversor y la dinámica de los mercados. En un contexto inflacionista, los inversores tienden a buscar alternativas seguras para proteger su patrimonio. Esta realidad se observa en la adopción creciente de criptomonedas como cobertura frente a la inflación. Según una encuesta de MEXC realizada entre el primer y el segundo trimestre de 2025, el 46 % de los usuarios globales de cripto consideran ya los activos digitales como protección frente a la inflación, un salto notable respecto a etapas previas. Este cambio responde a la preocupación por la persistencia de la presión sobre los precios y la pérdida de poder adquisitivo de las divisas tradicionales.
La relación entre inflación y activos digitales se aprecia en la siguiente comparación:
| Factor | Activos tradicionales | Activos digitales |
|---|---|---|
| Impacto de la inflación | Pérdida de valor | Potencial conservación de valor |
| Oferta | Tendencia creciente | Tendencia fija o deflacionaria |
| Percepción del inversor | Riesgo en escenarios de inflación alta | Cobertura frente a la inflación |
Ante la posibilidad de próximos recortes de tipos por parte de los bancos centrales, el atractivo de los activos digitales podría fortalecerse aún más. Las entradas sostenidas en ETF de Bitcoin y de Ethereum al contado, junto con los avances tecnológicos en escalabilidad y seguridad —especialmente en la tokenización de activos del mundo real (RWA) y en protocolos DeFi— refuerzan el atractivo de los activos digitales en un entorno marcado por la inflación.
La interdependencia entre los mercados financieros tradicionales y las criptomonedas es cada vez más patente, especialmente en periodos de turbulencia económica. De 2020 a 2025 se han registrado efectos de contagio significativos, con la volatilidad de los mercados tradicionales impactando en la evolución de los precios cripto. Esta relación bidireccional se acentuó durante crisis económicas, lo que pone de relieve la creciente integración de los activos digitales en el sistema financiero global.
Un análisis comparativo de los comportamientos del mercado ilustra la magnitud de esta correlación:
| Indicador de mercado | Mercados tradicionales | Mercados de criptomonedas |
|---|---|---|
| Contagio de volatilidad | Alto | De moderado a alto |
| Respuesta a crisis económicas | Inmediata | Rápida |
| Influencia en otros sectores | Relevante | En crecimiento |
La cascada de liquidaciones de 2025 es un ejemplo paradigmático de este fenómeno. Tras el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump sobre nuevos aranceles a las importaciones de China, el mercado cripto sufrió una reducción de 19 000 millones de dólares en interés abierto en tan solo 36 horas. Este episodio revela la alta sensibilidad de los activos digitales ante los shocks macroeconómicos y las tensiones geopolíticas.
Además, los estudios confirman que la rentabilidad de Bitcoin y Ethereum ha mostrado una fuerte correlación con los indicadores de estrés de los mercados bursátiles, de deuda y de divisas desde 2020. Esta relación se intensifica en periodos de alta volatilidad, lo que indica que las criptomonedas se comportan cada vez más como activos de riesgo en situaciones de inestabilidad. Los datos demuestran que, pese a sus singularidades, las criptomonedas no quedan al margen de las grandes fuerzas económicas que rigen los mercados financieros tradicionales.
Compartir
Contenido